El punto y coma supone una pausa de mayor intensidad que la indicada por la coma pero menor que la indicada por el punto. Su uso es poco habitual en la lengua castellana y los estudiantes no suelen emplear este signo de puntuación de manera correcta. Te ofrecemos algunas normas para que te ayuden:
- Cuando ya hay comas: En un texto pueden encontrarse dos o más comas, y, en tal caso, puede resultar difícil entender a qué clase pertenece cada una de ellas. El uso del punto y coma puede evitar la confusión.
Ej.: Jorge MAnrique enuncia la distinción de las tres vidas como serena consideración ante la muerte: la vida temporal, perecedera; la vida de la fama, más larga; y la vida eterna, coronación de las otras dos.
- Delante de una conjunción adversativa (pero, aunque, sin embargo...) si ya hay otras comas.
Ej.: Estrabón, como hombre de civilización decadente, no ve sino la barbarie; pero apunta otros rasgos
- Delante de cualquier conjunción si hay cambio de sentido
Ej.: Miró por las escaleras, se asomó para asegurarse de que estaba solo…; y se puso a cantar con todas sus fuerzas.
- Para separar dos oraciones independientes pero con sentidos relacionados.
Ej.: Llueve mucho; lleva trazas de no parar en toda la noche.