Diver: Parallel Lines

Conducción y Acción.

La Nueva York de los años 70 y la actual se confrontan en este juego de conducción y acción consiguiendo una ambientación de épocas casi perfecta. Todo en este juego se a transformado para dar más realismo adaptado al control de Wii. Prepárate para huir de la policía neoyorquina como nunca antes lo habías hecho.

 

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La historia comienza cuando aparece un nuevo protagonista llamado ''el chico'' y tiene como objetivo ser el mejor conductor de la gran manzana. La historia se nos cuenta siempre en primera persona. Su forma de vida y rutina es la de robar coches, trasladar a ladrones, trabajos sucios para mafiosillos, etc. Vive encima de un garaje de pintado de coches, por lo que el tunning también estará presente en el juego. Con forme va pasando el tiempo, conoces a más criminales. Más peligrosos y conocidos. Como la cosa te va bien, se te amontonan los trabajos pero esto no puede seguir así, y al final acaba en la cárcel.

Pero cuando sale de esta, aparece en otra época, el mundo a cambiado. Aparece en la época actual. Cuando sale a la calle, todo es distinto: los edificios, la ciudad, las torres gemelas ya no están, la gente no viste igual, no piensa de la misma forma, los coches, los colores, etc. Todo es diferente. La sensación es la de empezar otro juego totalmente distinto desde cero. Esto le da mucha variedad y duración al juego.

En el apartado gráfico podríamos decir que todo sigue igual, aunque mejorado. Se trata de una ciudad grande, con muchos edificios, con un paso del día realista, el tráfico agobiante y el montón de peatones. Todo se a mejorado, pero sin duda lo más retocado han sido las explosiones y el humo. También se a reducido el llamado efecto poppin. Ahora los objetos aparecen antes y nunca tendremos horizontes vacíos que se llenen de forma súbita. Algunas otras características que se han añadido han sido: los atardeceres más naranjas, las carreteras más realistas, ya que queda marcado nuestro frenazo, y la chapa de los coches reflejan la luz del sol y de cada farola que pasa sobre el vehículo.

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Pero algunos malos aspectos siguen afectando al juego como puedan ser: Los viandantes, los interiores de los coches, algunos rincones, y algunos locales. Pero lo que más ensucia el juego es el sistema de físicas: las farolas se caen con rozarlas, colisiones irreales, ya que todos los coches saldrán volando menos el nuestro, derrapes leves que se convertirán en imposibles, etc. Y lo peor es que creará algunas situaciones injustas, sobre todo al volante de los coches. Al menos, en el apartado sonoro hacen un buen trabajo. La música cambiará conforme cambien las épocas.

En el juego, las misiones nos van apareciendo en el mapa conforme vayamos completándolas. En las dos épocas, las misiones serán similares: transportar a alguien, escapar de la policía, robar, destrozar, matar a algún enemigo o infiltrarnos en su territorio, ganar carreras, saquear locales, etc. También podrás encontrar minijuegos a lo largo de la ciudad. Hay muchas carreras que ganar, locales que atracar y fiestas que arruinar. Con el dinero que ganemos, podremos ir a locales de vehículos donde quitarnos presión policial o pintar y mejorar nuestro coche.

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Pero lo que importa aquí es la jugabilidad con el Wiimote y el Nunchuk. El sensor de movimiento y el puntero son la clave del manejo del juego. En el apartado de conducción se a innovado bastante. Con el Nunchuk manejaremos los coches, camiones y motos. El Wiimote lo dejaremos para disparar, mirar el mapa, pitar y demás acciones. Y si, podrás disparar mientras conduces. Algo complicado al principio, ya que tendrás que estar pendiente del tráfico a la vez que disparas.

En el juego, sufrirás daños por todo, al igual que los coches, que dependerán de modelo. Es un acierto en realismo. Un gran juego que se ha de agradecer, aunque le faltan muchas mejoras técnicas. Eso si, la combinación del Wiimote y el nunchuk está perfectamente adaptada.

 

Puntuación de Estudiantes (de 1 a 10): 7,5